¿Por qué es peligroso el etiquetado engañoso en fuentes de alimentación de PC?
La fuente de alimentación es uno de los componentes más importantes y a la vez menos valorados en un PC. Su función es suministrar energía estable y segura a todos los componentes, desde el procesador hasta la tarjeta gráfica. Sin embargo, muchas personas optan por fuentes genéricas porque son baratas y, según su etiqueta, parecen ofrecer mucha potencia. El problema es que en la mayoría de los casos, esa cifra de potencia no es real ni segura.
¿Por qué los fabricantes inflan los números?
Para vender más. Una fuente de 500W por 13€ llama la atención, aunque en realidad solo pueda entregar 180W de forma segura. Esto no solo es innecesario para vender el producto, sino que además pone en riesgo la seguridad de los usuarios y la vida útil de sus equipos.
Ejemplos reales de lo que puede pasar
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Una fuente genérica de “500W” con etiqueta de 22A en el rail de 12V1, que al superar los 84W ya caía a 11.4V y, al intentar consumir los 22A prometidos, explotó y sacó humo. El voltaje cayó por debajo de 10V y la fuente se destruyó en 7 minutos de carga constante. Esto no solo daña la fuente, sino que puede afectar a la placa base, CPU, RAM y otros componentes.
Ver video de SDFXShow en youtube - A mi personalmente una fuente Kolink 80 Plus White de 550W, teóricamente de calidad, me petó en un test de estrés con OCCT usando un Xeon de 130W, no solo petó como un petardo de los chinos dentro de una caja de metal sino que saltaron los plomos.
Incluso fuentes con certificación pueden fallar si los componentes internos no son de calidad. Para saber qué fuente es fiable, sigue leyendo… o ve directamente al final del artículo «Consejo para usuarios»
¿Por qué sería mejor etiquetar la potencia real?
Si una fuente solo puede entregar 180W y 7A en el rail de 12V, debería indicarlo claramente. Así, los usuarios la usarían para lo que realmente sirve: equipos básicos, ofimática o pequeños dispositivos.
Vender fuentes con potencia realista reduciría las malas reseñas, ya que nadie intentaría alimentar un PC gamer con una fuente limitada y, si lo hiciera, sería consciente de que está fuera de garantía.
Además, la mayoría de los consumidores no expertos creen que una fuente de 500W “gasta” 500W y, para muchas familias, esa cifra parece excesiva. Una fuente de 180W se percibiría como más eficiente y adecuada para PCs sencillos, y evitaría muchos problemas y confusiones acerca del consumo y llamaría la atención de usuarios con bajo presupuesto.
El mayor problema es que muchos Ryzen con gráficos integrados se venden como ordenadores Gamer con ese tipo de fuentes porque consumen 65W y su gráfica integrada tiene tanta potencia como algunas gráficas de gama de entrada, pero en cuanto intentas poner una gráfica dedicada o cambias la cpu por un Ryzen X3D comienzan los problemas
Recomendación a los fabricantes
Pedimos a los fabricantes honestidad en el etiquetado de sus fuentes de alimentación. No es necesario inflar los números para vender fuentes económicas: la transparencia protege al consumidor, reduce el riesgo de daños y mejora la reputación de la marca.
Etiquetar con la potencia real y segura es una responsabilidad, no solo una cuestión comercial.
Consejo para los usuarios
Evita las fuentes genéricas con cifras infladas. Invierte en una fuente de marca reconocida, con certificación 80 PLUS y buenas opiniones. Tu PC y tu seguridad lo agradecerán. Y lo más importante, fíjate en la garantía; una fuente con 10 años de garantía es algo que se puede tener en consideración, pero huye de las que solo disponen de 2 o 3 años de garantía (y ahora que lo pienso… eso se podría aplicar a todo).
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