Cuando compramos una CPU nueva con una generación de diferencia, esperamos una mejora significativa en rendimiento. Pero ¿qué sucede cuando nos encontramos con que el procesador más moderno, con arquitectura mejorada, memoria DDR4 de mayor velocidad y supuestamente más eficiente energéticamente, rinde prácticamente igual o peor que su predecesor? Exactamente eso es lo que ocurre cuando comparamos el i5-4670 (Haswell, 2013) con el i5-7400 (Kaby Lake, 2017). Y la respuesta nos revela cómo Intel utilizó la «eficiencia energética» como herramienta de marketing.

La Comparativa en Números Brutos

Comencemos con lo que realmente importa: el rendimiento en bruto, sin considerar eficiencia energética ni características modernas. Aquí es donde la comparativa se vuelve incómoda para Intel.

PassMark CPU Mark (Potencia Bruta Pura)

Según PassMark, la herramienta de benchmarking estándar industrial:

  • i5-4670: 5.492 puntos
  • i5-7400: 5.475 puntos
  • Diferencia: Solo 0,3% a favor del i5-4670

Cuatro años de diferencia. Dos generaciones de arquitectura. DDR4 vs DDR3. Y el resultado es prácticamente idéntico. De hecho, el procesador más antiguo sale ligeramente victorious.

Marketing intel - i5 4670 vs 7400Single-Thread Rating

En ejecución de un solo hilo:

  • i5-4670: 2.128 puntos
  • i5-7400: 2.071 puntos
  • Diferencia: 2,7% a favor del i5-4670

El i5-4670 mantiene este liderazgo debido a sus frecuencias base más altas: 3,4 GHz contra 3,0 GHz, y 3,8 GHz de turbo contra 3,5 GHz en el i5-7400.

La Ilusión del DDR4-3000

Es aquí donde muchos usuarios caen en la trampa del marketing. El i5-7400 soporta DDR4 en lugar de DDR3, y esta memoria es significativamente más rápida. Veamos si esto compensa:

  • i5-4670 con DDR3-1600: Ancho de banda de 25,6 GB/s
  • i5-7400 con DDR4-2400 (estándar): Ancho de banda de 38,4 GB/s
  • i5-7400 con DDR4-3000 (overclocked): Hasta 48 GB/s teóricos

En teoría, el ancho de banda es 50% superior. Pero aquí está el problema: ambos procesadores son quad-core sin hyperthreading, con solo 6 MB de caché L3. Estos no son cuellos de botella de ancho de banda de memoria en la mayoría de aplicaciones. Son cuellos de botella de frecuencia de reloj.

En benchmarks reales, ese ancho de banda adicional no se traduce en mejora proporcional de rendimiento. El i5-7400 sigue sin alcanzar las frecuencias del i5-4670, y eso es lo que realmente limita su potencia bruta.

El Consumo Energético: La Gran Mentira

Aquí es donde el marketing de Intel se vuelve especialmente inteligente (o fraudulento, dependiendo de cómo lo veamos).

Especificaciones Oficiales vs. Realidad Práctica

  • i5-4670 TDP: 84W
  • i5-7400 TDP: 65W
  • Reducción de marketing: 22,6% menos energía

Suena impresionante. Intel pasó de 84W a 65W. Pero ¿qué significa realmente esto en un sistema real?

Si tomamos un i5-4670 corriendo a su velocidad nominal (3,4 GHz base, 84W consumo) e un i5-7400 funcionando en un sistema real donde alcanza frecuencias similares debido a turbo boost o a que se le permite alcanzar su máximo, ambos terminarán consumiendo prácticamente lo mismo. El i5-7400 mantiene el TDP bajo de especificaciones porque Intel deliberadamente bajó sus frecuencias base.

¿Por Qué Intel Bajó las Frecuencias?

Cuando comparamos un i5-4670 con consumo real en carga completa versus un i5-7400 en carga completa, la diferencia de eficiencia real desaparece si ambos operan a consumos similares. Entonces, ¿por qué Intel especificó un TDP más bajo?

La respuesta es simple: no fue por beneficiarte, sino por beneficiarse a sí misma.

Las Verdaderas Razones Detrás del Marketing de Intel

1. Compatibilidad de Sistemas Heredados

Intel necesitaba que el i5-7400 funcionara en placas base antiguas con fuentes de alimentación débiles y disipadores más pequeños. Especificar un TDP de 65W permitía a los fabricantes de sistemas OEM utilizar PSUs de menor capacidad y sistemas de refrigeración más compactos. Esto es una decisión empresarial, no una mejora de eficiencia real.

2. Diferenciación de Productos

Al bajar las frecuencias en el i5-7400, Intel forzaba a los usuarios que querían mejor rendimiento a comprar modelos con sufijo K (como el i7-7700K), que venían con multiplicadores desbloqueados y frecuencias más altas. Es una estrategia de segmentación: el usuario «normal» obtiene pocas mejoras, pero el usuario que paga más por el modelo K obtiene velocidades atractivas.

3. Ganancias de Fabricación

Migrar de 22nm (Haswell) a 14nm (Kaby Lake) reduce significativamente los costos de fabricación de Intel. Especificar un TDP más bajo permite a Intel afirmar que está innovando en eficiencia, cuando realmente está cortando costos. La mejora de proceso genera menos calor inherentemente, pero Intel optó por reducir frecuencias en lugar de traducir eso en mejor rendimiento.

4. Marketing Puro

Decir «22% menos TDP» suena fantástico en las hojas de especificaciones. Los medios lo replican. Los usuarios ven números impresionantes. Pero en la práctica real, especialmente en gaming o en cargas de trabajo donde el rendimiento absoluto importa, esa métrica no refleja ninguna mejora al usuario final.

La GPU: Una Historia Diferente

Para completar el cuadro, vale la pena mencionar que mientras el CPU de Intel estancaba su rendimiento, en el lado de las GPUs pasaba algo similar. Comparemos el GTX 1060 3GB versus el RX 580 4GB (descartando el GB extra de la RX por equidad, como pides):

  • GTX 1060 3GB (16nm): 1.280 CUDA cores, ~3,3 TFLOPS
  • RX 580 4GB (14nm): 2.304 stream processors, ~6,17 TFLOPS
  • Ventaja RX 580: ~87% más potencia de cálculo bruto

    Cabe destacar que sin OC ambas gráficas consumen prácticamente lo mismo 120W la GTX vs 119W la RX

Aquí sí vemos una mejora real de arquitectura y proceso (14nm vs 16nm). AMD ofrece casi el doble de potencia bruta con un consumo prácticamente idéntico al GTX 1060. Pero nota algo interesante: AMD no necesitó hablar de «eficiencia energética» para justificar sus mejoras. Simplemente proporcionó más rendimiento. Y a diferencia de otros fabricantes, AMD especificó un TDP máximo de 185W en la RX 580, dándole espacio al usuario para hacer OC y obtener aún más rendimiento sin sorpresas térmicas.

Curiosamente, si comparamos la RX 580 4GB con la GTX 1060 6GB (el doble de memoria), la RX 580 sigue ganando. ¿Por qué es importante esto? Porque demuestra que la superioridad de la RX 580 no viene de tener más VRAM, sino de una arquitectura GPU fundamentalmente más potente. La GTX 1060 6GB tiene exactamente los mismos 1.280 CUDA cores que la versión de 3GB; la única diferencia es memoria. Sin embargo, la RX 580 con sus 2.304 stream processors vence incluso a esa versión mejorada. Esto refuerza el argumento: la RX 580 gana porque es mejor arquitectura, no porque tenga un GB extra. La VRAM solo afecta el rendimiento cuando el cuello de botella es memoria, no cuando el cuello de botella es potencia de cálculo GPU, como ocurre con los procesadores.

¿Y Entonces Qué Significa Todo Esto?

Cuando compramos una CPU nueva con 4 años de diferencia y arquitectura mejorada, esperamos que rinda mejor. Pero aquí nos encontramos con que:

  • El rendimiento bruto es prácticamente idéntico o inferior
  • El DDR4-3000 no compensa las frecuencias más bajas
  • La «mejora energética» no se traduce en mejor rendimiento por vatio
  • Si ambos CPUs consumen similar potencia en uso real, el rendimiento sigue siendo idéntico

La conclusión es incómoda para Intel: la generación Kaby Lake no fue un salto de rendimiento, fue un paso atrás enmascarado con especificaciones de marketing.

El Contexto Empresarial

No es que Intel fuera incompetente. Es que la compañía eligió estratégicamente no pasar las ganancias de eficiencia del proceso de 14nm al usuario final en forma de mayor rendimiento. En su lugar, Intel:

  • Cortó frecuencias para reducir costos de refrigeración y fabricación
  • Forzó a usuarios exigentes hacia modelos K más caros
  • Utilizó métricas de marketing (TDP, eficiencia) para justificar cambios que solo la beneficiaban
  • Aprovechó que el usuario promedio no compara benchmarks en profundidad

Si Intel hubiera optado por mantener las frecuencias del i5-4670 en el i5-7400, habríamos visto un salto de rendimiento real. Pero eso habría significado menos diferenciación entre modelos de gama baja y alta, reduciendo márgenes de ganancia.

Conclusión: Desconfiar del Marketing de Especificaciones

Esta comparativa nos enseña una lección valiosa para cualquiera que compre hardware: no confíes ciegamente en especificaciones de marketing. Cuando una generación nueva aparentemente mejora en «eficiencia» pero mantiene (o reduce) rendimiento bruto, preguntemos por qué.

Muchas veces, esas mejoras benefician más al fabricante que al usuario. Menor consumo puede significar menores costos de refrigeración para el fabricante, no mejor experiencia para nosotros. DDR4 más rápido suena bien, pero si el cuello de botella es la frecuencia del reloj, no soluciona nada.

La lección final es simple: cuando comparamos generaciones de CPUs, miramos benchmarks de rendimiento real, no hojas de especificaciones. Y si el rendimiento real es idéntico, entonces esa «mejora» es solo marketing Intel.

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